Por: Jose Guillermo García Martines
Se avecinan días de clases. Pronto, en algunas semanas más se producirá en algunos de nuestros países, el retorno de los infantes, de adolescentes, de los “profes” y de los padres y madres a la escuela; a los horarios, reglamentos, reuniones y demás responsabilidades que ello conlleva.
El retorno a las aulas, marca el inicio de un nuevo periodo escolar que está pleno de emociones por parte de los estudiantes que van a un grado nuevo, nuevas amistades posiblemente, así como, deberes importantes como aprobar el año de estudios. Por parte de los padres, también hay grandes emociones, “mis niños, niñas ya vuelven a su segundo hogar, aprenderán mucho” pero estas se mezclan con preocupaciones … la lonchera, los útiles, el uniforme, la matrícula, y cuantas otras cosas rodean al reinicio de convivencia escolar. Por su lado, los maestros, vienen con sus reflexiones, sus desafíos, sus compromisos, expectativas y sueños, de que este año escolar será mejor que el anterior.
Volver a las aulas, nos permite apreciar diversas formas de enfrentar el momento, para algunos es el momento de volver a la rutina de actividades ya repetidas en los años de labores, para otros, será el tiempo del reencuentro, del intercambio de experiencias vacacionales, de momentos vividos intensamente.
Continuaré este artículo, enfocándome en la labor del docente. En el artista, el estratega, el mentor, el facilitador de experiencias de aprendizaje; el consejero, mi coach, mi amigo!; en aquella persona, que desde semanas antes de este momento de reinicio, ya empezó el año escolar. Después de la algarabía de las celebraciones navideñas, del inicio de un venturoso año nuevo y algunos días de recreación con sus familiares; de pronto, ya se inscribió en un nuevo curso de capacitación, para implementar nuevas estrategias de enseñanza en su desempeño en el aula; asimismo, ya se recorrió las tiendas y mercados donde se promueven los materiales para enseñar; volvió a casa con muchas ideas, con cartulinas, papeles de colores, tijeras y demás insumos para… preparar sus materiales didácticos y por último, pero no por ello menos importante, ha visitado la librería, buscado libros con valores, mejor de índole cristiana y con grandes verdades para encantar a sus peques y joviales adolescentes.
Los maestros, las maestras que tienen una cosmovisión cristiana, que saben que desarrollan una labor para la eternidad, no pueden pensar en todas estas actividades si no han conversado con su creador, sino han revisado una y otra vez los consejos sabios de las Sagradas Escrituras para relacionarlas con sus materias escolares, si no han empleado una parte de su tiempo en alabarle y agradecerle por sus misericordias y maravillas, por su escuela, por sus estudiantes, sino están comprometidos con un curso bíblico y pasando la experiencia de ser alumnos.
Hermanas maestras y hermanos maestros, para un retorno a clases y “colocar nuevamente nuestras manos en el arado de Dios, en la escuela” (Luc.9:6) debemos tener presente algunos propósitos importantes:
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- Debe tener una cosmovisión bíblica muy clara y entendible para compartir y desarrollar esa misma en sus alumnos. Salmo 78- Contémosles las maravillas de la creación de Dios para que conozcan su verdad y guarden sus mandamientos. Enseñemos el propósito de la muerte de Jesús en la cruz, demos a conocer la misericordia de Dios al proveernos a Jesús como nuestro Salvador y Señor.
- Debemos prepararnos bien, para hacer bien nuestro trabajo. Colosenses 3:23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres. Un docente debe conocer nuevas formas de enseñar, de evaluar los aprendizajes, desarrollar habilidades para motivar, interrogar; ser un modelo de constancia, resiliencia. Emplear las nuevas tecnologías para presentar mejor su mensaje, etc. No olvidemos somos modelos ante los ojos de padres e hijos. Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; 2Co. 3:2
- No nos conformemos con lo que encontramos en este mundo, renovemos nuestra enseñanza con principios de la Palabra de Dios, permitamos que Dios nos transforme y comprobemos su agradable y perfecta voluntad. Romanos 12:2 Este pasaje nos refiere el consejo de Pablo a los recientes hermanos romanos, les hace ver que la violencia, la inmoralidad, la adoración a otros dioses, la liberalidad en su pensamiento dominaba en esa región en esos pobladores; pero, ahora que conocían a Cristo, que le seguían era imprescindible abandonar esas prácticas y renovarse en su pensar, en su actuar y aun en su hablar que Jesús les había enseñado. De la misma manera maestro, maestra, desechemos la ideología que trastoca lo establecido por Dios como por ejemplo, la familia, constituida por papá, mamá e hijos; no hay otra forma; o también, la idea de que debemos agradecer a la “madre tierra” o en relación al nacimiento de Jesús, papa Noel es el abuelito de la navidad y otros casos mas…Colegas tenemos mucho que enseñar, estudiemos a fondo las Sagradas Escrituras.
- Preparemos actividades, en el tiempo inicial del retorno, de poder conocer a nuestros alumnos. Dios nos ha creado únicos e irrepetibles, con talentos valiosos que podemos usar para servir a Dios y a nuestro prójimo. Por ello cada maestro debe conocer a sus alumnos, que características tienen y cuáles son sus necesidades para formarlos debidamente. Nuestros alumnos tienen, como nosotros los adultos, estilos y ritmos de aprendizajes, lo que hace necesario que generemos ambientes, estrategias, enfoques metodológicos que les permitan desarrollar sus destrezas y habilidades y lleguen a ser capaces y competentes. Un hábil carpintero emplea la madera recta para hacer varas, la madera curva para hacer ruedas. Las que son largas, para hacer vigas y postes. Asimismo un hábil profesor, sabe encontrar en cada alumno una vida creada para alabar y servir a Dios, desarrollemos su potencial y serán de gran bendición para nuestra sociedad.
- Recordemos tres principios importantes para el nuevo año escolar: Recibamos la instrucción de la Palabra para enseñar; laboremos conscientes del actuar del ES en nuestras vidas y tengamos a la oración como la herramienta para conversar con nuestro amado Señor y equiparnos con estrategias, innovaciones y gozo de enseñar
Finalmente, les comparto la respuesta a una pregunta que manifestó el Pastor y también director de una escuela cristiana en República Dominicana, Lester Flaquer, en una entrevista “¿Qué consejos daría a un profesor que desea ser fiel a su vocación en medio de una cultura secularizada? El dijo: El consejo más importante sería éste: compra la verdad y no la vendas, tal como nos enseña el evangelio…
La respuesta es desafiante para cada maestro, Estamos en un mundo que no está simplemente secularizado, sino que además es agresivo con sus posturas.
Debemos desarrollar en nuestros estudiantes una mente muy clara, respecto a lo Dios llama bueno y malo. Estamos rodeados de eventos, invitaciones y practicas seculares muy atractivas pero que niegan y desconocen al Creador, y muchos de nuestros estudiantes que no tienen argumentos sólidos para decir que NO a estas, caen rendidos, atraídos cual mosca en la telaraña, de una serie de mentiras que el mundo cree y hasta defiende. 1 Pedro 1:14, 15
Reitero…colegas, tenemos mucho que formar, educar en las vidas de nuestra “manada pequeña” que nos ha dado Dios en nuestra aula. Luc. 12:32
Un abrazo