Sinopsis de LA TRINIDAD EN EL NUEVO TESTAMENTO
Nuestra obligación –afirma el autor– es investigar si los escritores del Nuevo Testamento eran conscientes del problema, ya sea en la forma de la relación entre el Padre y el Hijo, o en el de la relación entre Padre, Hijo y Espíritu”. Y la conclusión a la que llega es que la idea de la Trinidad surgió y tuvo respuesta ya en tiempos del Nuevo Testamento. Y que estaba presente en las mentes de algunos de sus escritores, que trataron, en cierto modo, de responder a ella, aunque en ninguno de sus escritos se mencione específicamente. Afirma que para los cristianos apostólicos, el tema de la relación entre el Padre, el Hijo y el Espíritu, era tratado más bien como un problema a resolver que como una doctrina a definir. Y por ello, a pesar de no haber una declaración formal de la doctrina de la Trinidad en el Nuevo Testamento, sí hay una respuesta al problema; y una doctrina, no es sino el resultado de la respuesta a un problema. Aunque no fue hasta el siglo segundo, y más aún, en el tercero, que el problema se enfrentó plenamente y surgió la doctrina, siendo objeto de un desarrollo progresivo.