Sinopsis de INTEGRIDAD INTELECTUAL
Aunque fui criado en una familia cristiana, empecé a dudar de mi fe durante mi primer curso de filosofía en la universidad. En medio de mi peregrinaje espiritual, una noche el Señor me mostró su presencia en las brillantes estrellas. Entregué mi corazón al Señor, y volví a mi casa espiritualmente renovado. Sin embargo, sin saberlo en ese momento, todavía me faltaba entregar al Señor también mi cerebro. Todavía asistía a clases en las que me estaban enseñando, en forma sutil, que el único juez de la verdad debía ser yo mismo, y que la verdad era relativa y subjetiva, abstracta y no sujeta a derecho. Sin que me diera, me estaban lavando el cerebro, y yo seguía viviendo en una dualidad entre mi vida «espiritual» y mi vida intelectua