A la generación de mayores les resulta difícil creer que sea factible establecer relaciones por medio de las tecnologías digitales. En realidad, sin embargo, muchas personas han incorporado de tal forma estas modalidades a su vida que ya ni siquiera son conscientes del proceso. La conexión digital se ha vuelto tan natural que les permite enfocarse por completo en los individuos con quienes procuran mantener una relación.
En la vida de esta nueva generación cada día contiene una serie de interacciones mediadas por la tecnología. Quizás una joven envía un mensaje de texto por su celular compartiendo sus planes para después del trabajo. Durante la mañana envía un tweet para comentar sus sensaciones en la oficina. Para saber las condiciones del tiempo en la noche, visita una página con un pronóstico meteorológico. Durante el descanso del almuerzo ingresa a su página de Facebook y comunica sus planes a otros amigos. Al terminar el día se conecta con sus tres mejores amigas y chatean acerca de lo vivido durante la jornada.
Este incremento de relaciones en línea ha resultado en que las personas accedan a una increíble gama de herramientas para entablar y cultivar nuevas amistades. Muchos líderes, dentro de la iglesia, sin embargo, se muestran escépticos acerca de la calidad y el valor de tales interacciones. Algunos, no obstante, creen que una genuina conexión se puede lograr en el contexto del mundo digital. «La lógica dice que esto no puede funcionar —comenta un pastor—. Luego, sin embargo, me he dado cuenta de que la gente se relaciona de la misma manera como lo haríamos en un ambiente normal. Lo único que ha cambiado es el medio por el que se relacionan. Creo que este medio posee un enorme potencial para la edificación del cuerpo de Cristo».
Inusual apertura
Quizás el beneficio más sorprendente que se observa en este fenómeno es la intensidad del compromiso de conectarse en contextos virtuales. Las personas revelan una interesante disposición a compartir aspectos de su vida en esos medios que no se atreverían en el ambiente natural.
Algunas congregaciones han decidido utilizar este fenómeno para cultivar relaciones más profundas con los integrantes de los grupos caseros. El medio resulta ideal para mantener conectados a los miembros entre reunión y reunión. «Yo he descubierto en la gente —relata otro pastor—más disposición a ser honestas en un contexto virtual que si se vieran cara a cara con los demás. Esto me permite avanzar sobre aspectos de su vida que no podría tocar en encuentros personales».
Jorge Maldonado, pastor de una congregación con más de ochocientos miembros, ha descubierto que las redes virtuales le proveen el medio para lograr la conexión que no puede conseguir en los cultos del domingo. «Trabajé para crear un sitio en el que podíamos ser una comunidad virtual, más por necesidad que por convicción. Cuando la congregación comenzó a crecer mucho descubrí que se me volvía muy difícil mantener el contacto con las personas. A muchos en mi congregación ni siquiera conocía personalmente. Cuando abrimos la página en la que las personas conseguían conectarse con el resto del cuerpo de Cristo me asombré ante la infinidad de relaciones que comenzaron a florecer. Esto sencillamente no hubiera ocurrido si se hubiera preferido concretar una interacción en un espacio físico y no virtual con cada una de estas personas».
Muchos líderes están descubriendo que la Internet les provee una mirada sin igual a la vida de sus jóvenes y están creando espacios y salas de chat en las que logran un seguimiento diario de los que forman parte de su grupo. «He descubierto aspectos de sus vidas que jamás habría alcanzado a conocer por otro camino» —observa un pastor de una congregación en Quito.
Mark Stephenson, un experto en ministerios cibernéticos, cree que la Internet puede ser un instrumento poderoso para bendecir a muchos. «La iglesia se encuentra hoy ante un importante desafío —observa—. Debe descubrir de qué manera puede explotar el potencial de la tecnología digital para los propósitos del Reino. La historia de los avances de la iglesia está repleta de ejemplos de personas que tomaron una herramienta de la sociedad y la aplicaron para darle un uso santo. Creo que en el tema de la Internet apenas hemos comenzado a entender el enorme potencial que posee».
Usado con permiso de Desarrollo Cristiano Internacional
Fuente: http://desarrollocristiano.com/la-internet-al-servicio-de-la-iglesia/
Super interesante el articulo!!!