Una oración para una madre que está agotada

Por: ​Christina Fox
Fuente: Coalición por el Evangelio

La maternidad es el mejor trabajo del mundo, y el trabajo más difícil que me haya tocado hacer. Me ha llenado de gozo y me ha mostrado un nivel de amor que nunca había conocido. También ha llevado mi mente, mi cuerpo y mis emociones al límite. He sobrevivido con menos sueño del que es humanamente posible. He aprendido más de lo que quisiera de insectos, de ciencia y de cómo funcionan las máquinas (tener un par de varones le hace eso a cualquiera). Las marcas físicas puedan desvanecerse, pero hay marcas en mi corazón que quedarán para siempre.

Aunque el gozo es abundante, hay días donde la maternidad me agota hasta los huesos. Hay veces que no estoy segura de si voy a aguantar hasta el final del día. Cuando por fin llega la noche, mi cabeza se hunde en mi almohada, y no estoy segura de qué logré en todo el día. Mi corazón suspira porque sé que mañana probablemente sea igual.

Como el trabajo nunca termina, sé que me levantaré mañana a una casa que arreglar y platos que lavar. Y por los estornudos que he estado escuchando, puedo ver una enfermedad que se avecina.

Algunas temporadas se sienten más intensas que otras. Es fácil sentirme desanimada luego de un ciclo sin fin de desastres, físicos y emocionales. El gozo puede llegar a sentirse como algo del pasado y que está fuera de mi alcance. Podemos sentirnos aisladas y solas. Pudiéramos poner en duda nuestras cualidades como madres o llegar a pensar que le hemos fallado a nuestros hijos.

Es cierto: la maternidad es difícil, y no podemos solas. Como dijo John Piper en su libro  A Godward Life (Una vida que va hacia Dios): “Necesito ayuda. Siempre. En todo. Me estoy engañando a mí mismo si creo que puedo moverme una pulgada sin la ayuda de Dios”. Así como no podemos vivir sin agua, no podemos hacer nada apartados de Cristo, incluyendo el ser madres. “Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en Mí y Yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de Mí nada pueden hacer” (Juan 15:5).

En vez de nadar en un mar de culpabilidad o desear que la vida sea diferente, debemos ir a la Fuente de nuestra fuerza, gozo y paz. Debemos beber del agua viva que solo Cristo provee. Allí encontraremos que las verdades del evangelio están siempre a nuestro alcance, siempre listas para refrescar, recordar y restaurar. Jesús murió para liberarnos de tratar de vivir por nuestra cuenta. Él vino a redimirnos de la esclavitud al pecado y a restaurar nuestra relación con el Padre. Él enfrentó toda tentación y angustia que nosotros podamos enfrentar, pero a la vez vivió una vida sin pecado. La muerte no lo pudo contener, garantizando una futura resurrección para todo el que confíe en Cristo.

Cuando estas verdades saturen nuestra alma sedienta, encontraremos el alimento y la fuerza que desesperadamente necesitamos. Y es por Cristo que podemos venir ante el trono de la gracia para encontrar la ayuda que necesitamos (Hebreos 4:16). Si tú, al igual que yo, te sientes agotada, esta oración es para ti:

*********************

Amado Padre que estás en los cielos: Vengo a ti cansada y abatida en este día tan largo. Ser una madre puede ser tan difícil. Tantas veces me siento impotente e inadecuada. Una parte de mí se quiere quejar, pero entonces recuerdo hasta qué punto fuiste abatido y sé que no puedo hablar. Recuerdo que eres el Varón de Dolores y que entiendes qué tan difícil puede ser la vida. También recuerdo que Tú guardas cada una de mis lágrimas y que te importan mis problemas, mis pruebas y mis temores.

El libro de Hebreos me dice que puedo acercarme con confianza y encontrar la gracia y la misericordia que necesito. Así que vengo donde ti para entregar estas cargas a tus pies. Me siento sobrecogida por tantas cosas en mi vida. Siento como que nunca puedo avanzar. Desde que limpio un desorden por un lado, encuentro otro por otro lado. Algunos días me pregunto si es que no estoy hecha para ser mamá. Yo sé que hoy no te he glorificado como es debido. He fallado en amar como tú me amas. He fallado en extender a otros la gracia que me has extendido. Perdóname por luchar con mis propias fuerzas. Perdóname por no encontrar mi satisfacción completa solo en ti y estar buscándola en otro lugar.

Cada una de estas fallas me recuerdan cuánto necesito de un Salvador. El día de hoy me recuerda que necesito a Jesús más de lo que lo necesité ayer, y mañana lo necesitaré más todavía. Estoy tan agradecida de todo lo que me das. Tú nunca te cansas ni desmayas. Aun mientras estoy dormida, Tú sigues trabajando. Nada pasa fuera de tu conocimiento y voluntad. Tú nunca estás en el punto que no puedes aguantar más. Y el pozo de tu gracia nunca se seca. Por lo que Cristo hizo por mí, yo te pido que pongas en mí un corazón limpio. Renueva mi alma dentro de mí. Dame la fuerza del evangelio para cada día. Abre mis ojos para que pueda ver tu mano obrando en los desastres de mi vida. Sé tú mi constante en medio de mis fluctuaciones. Mantén al evangelio siempre delante de mí y hazlo realidad en mi vida como madre. Yo oro que mañana estés conmigo en el medio del lodo y el fango de la maternidad. Ayúdame a encontrar mi gozo en ti y no en mis circunstancias. Que yo pueda recordar que aun cuando no lo sienta, tú estás conmigo, nunca me dejarás ni me desampararas.

Esta noche dormiré en paz sabiendo que cuando yo no pueda más, tu me sostienes en tu mano. Y abriré mis ojos en la mañana encontrando misericordia, nueva y fresca, lista para mí.

Es por Cristo y en Cristo que oro. Amén.

Sobre la Autora...

​Christina Fox es una consejera, escritora y madre, no necesariamente en ese orden. Vive con su esposo y sus dos hijos en el sur de la Florida. Puedes leer sobre su caminar en la fe en su blog y en Facebook.

Ser Mujer es Glorioso – Darrow Miller

Por: Darrow Miller

Ser mujer es glorioso

Hemos tratado de reclamar la concepción bíblica de la dignidad de la mujer. Es necesario examinar un papel importante y específico para el que Dios la ha destinado. ¿Qué resultado obtendrá ella cuando abrace este papel? Aunque lo mejor que la tierra pueda ofrecer a la mujer es imperfecto, el plan de Dios para ella es infinitamente más rico y más satisfactorio; pero «tenemos que escalar y adentrarnos más» para poder experimentarlo. El elemento básico de este plan es la verdad de que ser mujer es glorioso. La naturaleza cuidadora y sustentadora de la mujer es fundamental para formar familias fuertes, sanas y llenas de vida, y, en última instancia, fortalecer naciones. ¿No podemos invitar a la mujer y al hombre a «ascender y entrar» en su propia gloria?

La Biblia, revela la belleza, la estatura y la gloria de la primera mujer. Eva es la contraparte gloriosa de Adán, su equivalencia completa. Aunque el rol principal de la mujer, en las Escrituras, es el de madre, ellas aparecen plenamente involucradas en la vida pública. La Palabra de Dios retrata a las mujeres como heroínas y actrices en el escenario de la historia. He aquí algunos ejemplos:

• Abigail, la hermosa e inteligente esposa de Nabal, fue una pacificadora que salvó la vida de todos los varones de su casa (I Samuel 25).

• Jael concibió y ejecutó un plan para matar a Sísara, poderoso jefe de las fuerzas cananeas (Jueces 4:11-22).

• Rut y Ester fueron mujeres heroicas, protagonistas de los libros de la Biblia que llevan sus nombres. • La viuda de Sarepta confió en el Señor y dio su última comida a Elías (I Reyes 17:7-16).

• Sara, esposa de Abraham, se rio al oír la profecía de Dios pero vivió para dar el pecho a su hijo y llegó a ser madre de todas las naciones (Génesis 17:15-16)

Y por supuesto, Rebeca, la esposa de Isaac, y Ana, la madre de Samuel. Éstas y muchas otras mujeres hicieron historia. Empezando con Eva, se han contado sus historias, se han cantado sus vidas, sus virtudes y sus hazañas en muchas canciones. Tales relatos se transmitieron de generación en generación, y sirvieron de ejemplo no sólo a los niños de Israel, sino también a los de hoy. Sus vidas forman parte integral de la historia que Dios ha manifestado al mundo.

El autor cristiano Gene Edwards también ha captado esto hermosamente en su libro El divino romance: La más bella historia de amor jamás contada. En la primera escena, los ángeles contemplan la creación de Eva: Poco a poco la revelación se desvaneció, lo que dio a los ángeles un instante para preguntarse qué pensamiento definitivo habría Dios concebido, qué obra maestra podría salir de su mano. Por fin, pudieron traspasar esa luz y ver de nuevo el rostro de Dios. Su rostro reflejaba exaltación y gozo. Un ángel susurró dirigiéndose tambaleante a su lugar asignado: Él ha contemplado la compañera del hombre. La ha visto desde su óptica divina. Pero me parece que en algún lugar, más allá de esa visión,

ha vislumbrado una revelación más elevada, mucho mayor. ¿Qué podrá ser? —Es un misterio, escondido en una luz inaccesible —insinuó otro. Con manos temblorosas, el Constructor moldeó, plasmó, formó y volvió a moldear. Y mientras aquel ser cobraba forma definitiva, los ángeles, extasiados y atónitos, se postraron una vez más al contemplar la maravilla que tenían delante. Un ángel exclamó irreverentemente, a voz en cuello, los pensamientos de todos: «Él no está haciendo otro Ish. Ésta se le parece, pero es diferente. Como la leona es al león, así también ésta ha sido sacada del hombre. Pero jamás, jamás —exclamó un ángel travieso— fue la leona tan hermosa como ésta.

Otro ser angélico cruzó el límite de la moderación:

«¡Tampoco el hombre es tan hermoso como ella!» —exclamó.

Entonces, las bóvedas del cielo se abrieron de par en par, y con grito unánime, todos los seres celestiales prorrumpieron:

Nunca hubo ni habrá jamás cosa tan preciosa como ella.

Ni huestes celestiales

Ni ninguna criatura que pisa terrenal césped,

Sin distinción de tribu ni raza, puede igualarla.

Sólo hay algo que en hermosura superarla puede:

el rostro de Dios».

Jesús Y las mujeres

Jesús no se limitó a hablar de la dignidad de la mujer. Ministró sus necesidades físicas, sociales, emocionales y espirituales. Lo mismo que trató las necesidades del hombre cuando su vida estaba deshecha, igualmente hizo con la mujer. Él no mostró favoritismo hacia el varón, sino que trató las necesidades del hombre y de la mujer con el mismo cuidado y solicitud. • Inició un dialogo con la mujer en el pozo, atendiendo a su necesidad de sanidad interior (Juan 4:7-26). • Trató con compasión a la mujer que sufría una hemorragia desde hacía doce años (Lucas 8:43-48). • Levantó a la hija de Jairo de entre los muertos (Lucas 8:40-42, 49-56). • Curó a la mujer que había estado paralítica dieciocho años (Lucas 13:10-13). • Curó a la hija de una mujer gentil poseída por un demonio (Mateo 15:21-28). • Se preocupó de una viuda al resucitar a su único hijo (Lucas 7:11-15). • Enseñó a la mujer samaritana (Juan 4:7-26) y a María, la hermana de Marta (Lucas 10: 38-42). La venida del Esposo | 249 • Desde la cruz, Jesús se preocupó de atender a su madre (Juan 19:25-27). • Contraviniendo todas las costumbres sociales, él permitió que las mujeres le tocaran, incluso una mujer ceremonialmente impura (Marcos 5:25-34), y una mujer que le lavó los pies (Lucas 7:36-50).

Sorprendentemente, para las costumbres de la época, Jesús llamó a las mujeres al ministerio. Las mujeres fueron la primeras en la cuna (Elisabeth, Lucas 1:39- 45) y las últimas en la cruz (Lucas

23:27,49). Las mujeres formaban parte del equipo que acompañaba a Jesús en sus viajes y atendía a sus necesidades. Algunas prestaban apoyo económico al ministerio (Mateo 27:55–56; Marcos 15:40–41; Lucas 8:1–3).

La decisión que toma Jesús de escoger a la mujer para hacer el primer anuncio de su resurrección (por no mencionar el trato con que la agasajó todo el tiempo que vivió en la tierra), significó nada menos que un repudio del sexismo galopante que reinaba en el mundo greco-romano, el judaísmo y, a menudo, el cristianismo y el mundo actual.

¡Llegó la hora! Nuestro reto consiste en recuperar la dignidad de la mujer para edificar y educar naciones. Si no lo hacemos, ¡que Dios se apiade de nuestros hogares y naciones!

Sobre el Autor...

El Doctor Darrow Miller es co-fundador de la Alianza «Discipulando a las Naciones», maestro y autor destacado durante más de 30 años, Darrow recorre el mundo como conferencista en temas que incluyen el cristianismo y la cultura, la apologética, la cosmovisión, la pobreza y la dignidad de la mujer.

Puedes encontrar a Darrow Miller en:

Libros de Darrow Miller

!TODO TIENE ARREGLO!

Autores: DAVID ARP;CLAUDIA ARP, JOHN BELL;MARGARET BELL
Editorial: MUNDO HISPANO
S/40.00

#AMOR TOXICO

Autor: FREDDY VILLARROEL
Editorial: MUNDO HISPANO

#Truth: 365 Devocionales Para Adolescentes

Autor: JOSH MCDOWELL
Editorial: UNILIT
S/58.00

(BTV 01) PABLO,EL ESPIRITU Y EL PUEBLO DIOS

Autor: GORDON FEE
Editorial: VIDA
S/62.00

(BTV 02) COMENTARIO DE LA EPISTOLA DE SANTIAGO

Autor: DOUGLAS MOO
Editorial: VIDA
S/70.00

(BTV 05) EL HIJO PRODIGO

Autor: KENNETH BAILEY
Editorial: VIDA
S/45.00

(BTV 06) LAS PARABOLAS DE LUCAS

Autor: KENNETH BAILEY
Editorial: VIDA
S/74.00

(BTV 08) DE PENTECOSTES A PATMOS

Autor: CRAIG BLOMBERG
Editorial: VIDA
S/99.00

(BTV 09) PREGUNTAS CLAVE SOBRE EL NUEVO TESTAMENTO

Autor: CRAIG BLOMBERG
Editorial: VIDA
S/62.00

(BTV 12) MANUAL DE INVESTIGACION TEOLOGICA

Autor: NANCY JEAN VYHMEISTER
Editorial: VIDA
S/62.00

(BTV13) GRAMATICA GRIEGA

Autores: DANIEL B WALLACE, DANIEL S STEFFEN
Editorial: VIDA
S/123.00

(CBB) EL REY DAVID

Autor: SAMUEL PAGAN
Editorial: CLIE
S/70.00

Un Corazón Nuevo por Fe – Wendy Bello

Un Corazón Nuevo por Fe

Sobre la Autora...

Wendy Bello nació en Cuba y actualmente radica en Florida. Está casada con Abel Bello con quien tiene dos hijos. Ha estudiado Literatura en Lengua y Literatura Inglesa. Es escritora de varios libros, como Un Nuevo Corazón y Una Mujer Sabia.

Puedes encontrar a Wendy Bello en:

Creada para ser recompensada – Verónica Rodas

Por: Verónica Rodas
Fuente: mujerpiadosa.blogspot.com

 

Proverbios 31:31 “Dadle del fruto de sus manos, Y alábenla en las puertas sus hechos”.

Me gustaría que hoy pudiéramos tomar conciencia de la importancia que tiene lo que sembramos con cada cosa que vivimos y hacemos. Cuánto afectan a nuestro futuro las decisiones que tomamos HOY. Cómo nuestra vida construye nuestro futuro, hora a hora, minuto a minuto.
Hemos estudiado todo lo que esta mujer es. Esto no lo logró de la noche a la mañana sino con disciplina, con su comportamiento temeroso a Dios y velando todos los días. Era una mujer que sabía que su futuro, el de sus hijos y esposo, dependía de las decisiones que tomaba.
Esta perseverancia y disciplina provocó en su vida un fruto maravilloso, una vida plena.

Cada día tenemos nuevos desafíos y elecciones que tomar. Cómo desarrollaremos nuestro día y qué haremos hoy, afectará nuestro mañana.
Tenemos sólo dos formas de edificar bien:
Podemos construir nuestra casa sobre la arena o edificar sobre la palabra de Dios, la roca firme (Mt 7: 24 al 27).

“Dadle del fruto de sus manos”

En este versículo, vemos dos figuras, primero la palabra «fruto” implicando lo que ella produce, y después la palabra “manos”, en relación al esfuerzo que realiza.
Así que esta expresión esencialmente está diciendo: «dadle lo debido”.
En otras palabras: «recompensadla por lo que ha hecho, tiene este privilegio».

«Dadle»

Una mujer sabia es recompensada. Lo que ella da, lo volverá a recibir.
Por devoción a Dios y amor a su familia, ella está dispuesta a entregarse. Al trabajar con perseverancia y abundar en la obra del Señor, sabe que su labor no será en vano.
¡Reconózcase lo que ha hecho con sus manos! ¡Sea alabada ante todos por sus logros!

1 Corintios 15:58 “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”.
Nada de lo que hacemos es en vano, todo tiene su fruto, bueno o malo. Ella recibe un fruto agradable. Dios es un galardonador muy generoso de aquellos que le buscan con diligencia.
Hebreos 11:6 “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”.

La fe entonces no sólo cree que Dios existe sino confía que él galardona a aquellos que le buscan.
Entonces debemos saber que Dios recompensará cada acto piadoso que hagamos. Todo el bien que podamos hacer a nuestros esposos, hijos, familias, iglesias, jefe, vecinos, etc, será reconocido. ¡Qué milagro!
Efesios 6:8 “Sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor, sea siervo o sea libre”.

El Señor, que conoce todas nuestras obras, recompensará con exactitud todo lo que fue hecho en Su nombre y para Su gloria. Vale la pena vivir rectamente. Vale la pena temer al Señor.

“Del fruto de sus manos”

Es el resultado de su labor. En este pasaje hemos visto que sus manos han estado muy ocupadas haciendo el bien:
Proverbios 31:16 “Considera la heredad, y la compra, Y planta viña del fruto de sus manos”.
Proverbios 31: 19 “Aplica su mano al huso, Y sus manos a la rueca”.
Proverbios 31: 20 “Alarga su mano al pobre, Y extiende sus manos al menesteroso”.

“En las puertas”

Se refiere a la gente y las actividades que ocurrían a la puerta de la ciudad. Lo vimos cuando estudiamos Proverbios 31:23.
En este versículo vemos que las propias obras de la mujer virtuosa, sus propios hechos la alabarán en las puertas. Es decir, ella fue reconocida públicamente por sus buenas obras y resultados.
Isaías 3:10 «Decid al justo que le irá bien, porque comerá del fruto de sus manos”.

Rut tambien fue una mujer que recibió su alabanza:

Rut 3:11 “Pues toda la gente de mi pueblo sabe que eres mujer virtuosa”.
Toda la gente del pueblo alabaría a la mujer descrita en Proverbios 31,  por ser una mujer de grandes logros. Esta mujer ganaría el respeto y alabanza de todos sus vecinos por su conducta.
Anhelemos mostrar la gracia de nuestro Salvador en cada una de nuestras tareas. Con nuestra conducta  hacemos atractiva la enseñanza del Señor.
Tito 2:10 “No defraudando, sino mostrándose fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador”.

Hemos tomado el compromiso de vivir vidas santas, estamos totalmente comprometidas a hacer buenas obras.
Tito 2:14 «Quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras”.

Mateo 5:16 «Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”.
Pablo contando de la obra de Dios de él escribió en Gálatas 1:23,24: «Solamente oían decir: Aquél que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica la fe que en otro tiempo asolaba. Y glorificaban a Dios en mí”.
Glorifican a Dios en nosotras cuando le servimos, cuando ven nuestro amor, nuestra entrega.
Juan 13:35 “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”.

Podemos hablar del trabajo que realizan nuestras manos día a día.
¿Qué es lo que sembramos? ¿cuánto se esfuerzan en hacer las cosas disciplinadamente y con excelencia?

Si leemos Proverbios podemos ver algunos versículos que nos hablan de nuestro trabajo y del fruto que tendremos por hacerlo arduamente:
Proverbios 14:23 “En toda labor hay fruto; Mas las vanas palabras de los labios empobrecen”.
Proverbios 27:18 ”Quién cuida la higuera comerá su fruto, Y el que mira por los intereses de su señor, tendrá honra”.
Proverbios 28:19 ”El que labra su tierra se saciará de pan; Mas el que sigue a los ociosos se llenará de pobreza”.

Vidas para Dios
Vivamos nuestras vidas para Dios, digamos ¡Basta! a nosotras mismas. ¡Basta! a nuestro ego. ¡Basta! a nuestro egoísmo, a estar centradas en nosotras, a decir no quiero, no puedo…Vivamos para el Señor, porque él es Digno.
Confiemos en sus promesas y esperemos de él la recompensa.

Colosenses 3:23,24 «Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís”.

Sobre la Autora...

Verónica Rodas

No Puedo Limpiar mi Corazón – Wendy Bello

No Puedo Limpiar mi Corazón

Sobre la Autora...

Wendy Bello nació en Cuba y actualmente radica en Florida. Está casada con Abel Bello con quien tiene dos hijos. Ha estudiado Literatura en Lengua y Literatura Inglesa. Es escritora de varios libros, como Un Nuevo Corazón y Una Mujer Sabia.

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Mujeres reales, no virtuales – ANA ÁVILA

Por: Ana Ávila
Fuente: Coalición por el Evangelio

Hoy es una de esas fechas en las que nuestras redes sociales se llenan de mensajes conmemorativos y toda clase de información para compartir: 8 de marzo, día de la mujer.

Mires a donde mires, encontrarás artículos, episodios de podcasts, videos, imágenes y más sobre lo que significa ser mujer. Algunos señalarán las injusticias que se han perpetrado contra el género femenino a lo largo de la historia. Otros más celebrarán con gratitud a las mujeres importantes en sus vidas. Los ramilletes virtuales y las serenatas vía YouTube inundarán los grupos de WhatsApp y los muros de Facebook.

Desde una perspectiva cristiana, la fecha es una buena oportunidad para recordar que las mujeres hemos sido hechas a imagen de Dios, con un propósito específico y características particulares que nos distinguen de los varones. En nuestras comunidades virtuales evangélicas, algunos advertirán de los peligros del feminismo contemporáneo, mientras que otros apuntarán a las virtudes que debemos cultivar si queremos ser mujeres virtuosas. Tener toda esta información disponible es un regalo. Pero no es suficiente.

Compartir imágenes inspiradoras y leer artículos del día de la mujer —artículos como este— no tiene nada de malo. Pero ¿qué pasaría si vamos más allá? ¿Qué sucedería si levantáramos la mirada de nuestros dispositivos y examináramos nuestras vidas?

Este 8 de marzo vale la pena preguntarnos: “¿Estoy más ocupada hablando sobre el ser mujer que viviendo como la mujer que Dios me llama a ser?”.

Hablar es fácil

Hablar sobre ser mujer es relativamente fácil. Por supuesto, si hablamos desde una perspectiva bíblica, habrá mucha gente que no esté de acuerdo con lo que comuniquemos. Pero, protegidas detrás de nuestros dispositivos, recibir y transmitir información —por impopular que sea— es todo menos complicado. Con unos cuantos movimientos de los dedos podemos compartir artículos o podcasts, escribir comentarios, dar me gusta, reenviar un bonito mensaje de WhatsApp sin saber qué significa, decir amén, o “confrontar” a alguien a través de un mensaje directo por alguna cosa que compartió en redes sociales.

El riesgo más grande de todo esto no se encuentra en las plataformas digitales como tal (aunque hay razones para que estas nos preocupen). Más bien, el mayor peligro está en que esta interacción digital se convierta en la manera en que queremos glorificar a Dios como mujeres: compartir artículos sobre feminidad o frases inspiracionales sobre lo hermoso que es ser ayudas idóneas. Con la información que obtenemos de Internet, construimos una lista sobre todas las características que debe tener una mujer virtuosa; después, nos aseguramos de que nuestros perfiles públicos reflejen esa lista… Queremos que el mundo sepa que estamos honrando al Señor.

Vivir es difícil

Vivir como la mujer que Dios nos llama a ser es diferente. Es mucho, mucho más difícil. Por supuesto, puede incluir usar con discernimiento las herramientas que el Señor nos ha dado, y ser enseñada a través de buenos artículos y podcasts acerca de quién es Dios y lo que Él nos llama a ser (y hacer) en su Palabra.

Vivir como la mujer que Dios nos llama a ser es llevar esa información a la vida real, entendiendo que este mundo caído es mucho más complicado de lo que podemos explicar en un artículo de 900 palabras.

Es tomar decisiones cotidianas para glorificar a Dios mientras cambiamos pañales o cedemos el paso en el tráfico. Es encontrar el gozo de Cristo en lo cotidiano, al esforzarnos en hacer bien la tarea de la universidad o al ofrecer una sonrisa a un paciente aunque estamos cansadas. Es servir como Jesús nos sirvió al limpiar mocos o levantar la mesa del desayuno, o al escuchar a la discípula que sigue confundida con la paciencia que el Padre nos tiene. Es leer la Biblia con un nuevo creyente o recibir a un desconocido en la iglesia aunque te cuesta iniciar la conversación. Es llevar una comida o pasear un perro sin esperar que alguien te tome una foto y te agradezca por Instagram.

Vivir como una mujer que glorifica a Dios es utilizar todo lo que Dios te ha dado —tu tiempo, tu energía, tu inteligencia, tus habilidades, tu atención, tu dinero— para exaltar Su nombre y bendecir a otras personas, ahí en el lugar donde Dios te ha puesto ahora mismo.

De la pantalla a la vida real

Pasar de los artículos en Internet a la vida real es duro. Hay que comprender la manera en que los principios bíblicos aplican a nuestra situación particular. Hay que tomar decisiones que no nos gustan. Hay que arrepentirnos de nuestro pecado delante de Dios y pedir perdón al prójimo que hemos lastimado. Hay que perdonar a aquellos que nos han herido y, si es posible, buscar restauración.

Ningún escritor o charlista digital puede hacer eso por ti. El gozo de la obediencia al Señor no se encuentra en meramente compartir o dar “me gusta”. Un artículo puede inspirarte y un podcast puede confrontarte, pero ninguno de los dos puede obligarte a extender tus manos y obedecer, amar, rendirte y servir. Ninguno puede llevarte a hacer esas cosas cotidianas que sería muy extraño compartir en redes sociales. La clase de cosas que cuando se hacen con corazón genuino uno no desea compartir en las redes sociales, porque se hacen para un público de uno: para el Señor.

No te quedes con la información de la pantalla. Deja tu teléfono a un lado y pídele sabiduría al Señor para vivir de acuerdo a su Palabra. No será fácil pero valdrá la pena. Dios hace resplandecer su evangelio en nuestras comunidades a través vidas cotidianas… vidas que podrían parecer insignificantes para los demás (2 Co 4:7).

Que sean nuestras vidas —más que nuestros perfiles de redes sociales— las que muestren lo bello que es ser mujeres para la gloria de Dios.

Sobre la Autora...

Ana Ávila es editora senior en Coalición por el Evangelio, Química Bióloga Clínica, y parte de Iglesia Reforma. Es autora de “Aprovecha bien el tiempo: Una guía práctica para honrar a Dios con tu día”. Vive en Guatemala junto con su esposo Uriel y el bebé Judá. Puedes encontrarla en YouTubeInstagram, y Twitter.

El Problema del Corazón – Wendy Bello

El Problema del Corazón

Sobre la Autora...

Wendy Bello nació en Cuba y actualmente radica en Florida. Está casada con Abel Bello con quien tiene dos hijos. Ha estudiado Literatura en Lengua y Literatura Inglesa. Es escritora de varios libros, como Un Nuevo Corazón y Una Mujer Sabia.

Puedes encontrar a Wendy Bello en:

Violencia a la mujer: ¿Qué es lo que la Biblia enseña y por qué se habla muy poco de esto? – Jaime Daniel Caballero

Por: Jaime Daniel Caballero, director de Teología para Vivir

Toda persona esta de acuerdo que el maltrato hacia la mujer es un pecado horrible. Sin embargo, aunque la mayoría sabe que esta mal, no saben hasta que punto. ¿Nos hemos vuelto ciegos a ciertos males sociales? El Perú ocupa el segundo lugar de asesinatos de mujeres en Latinoamérica, y en el 70% de ellos son cometidos por sus parejas1. 

Uno de los puntos esenciales de la relación entre hombre y mujer es protección y respeto. Quica el rol mas representativo del esposo para con su esposa es la de protección y cuidado físico, emocional y espiritual. El abuso de un hombre a una mujer representa en su medula misma la inversión del plan de Dios. El varón fue puesto para amarla no odiarla, para cuidarla no maltratarla, para proveer no abandonar. ¿Qué debo hacer entonces?

¿Evangelio y la cultura? (Evangelio y Cultura)

Para muchos evangélicos, la predicación del evangelio debe estar únicamente relacionado con aquellos pecados que están relacionados con mi relación con Dios, pero no con mi prójimo, o con la sociedad que me rodea. Es cierto que el evangelio no pertenece a una cultura en particular, sino que es una cultura en si misma. Es decir, el mensaje del evangelio no es norteamericano, latino u africano, sino que trasciende a todas las culturas, y diferencias entre los seres humanos. El mensaje el evangelio forma de todas las culturas una nueva sociedad, un nuevo pueblo, una nueva persona en Cristo, “y de ambos pueblos hizo uno” (Ef. 2.14).

Sin embargo, las verdades del evangelio son expresadas a través de una cultura en particular, para hablarle a una sociedad en particular, en un espacio y tiempo especifico. El evangelio pierde su poder cuando los cristianos no confrontan a la sociedad con su pecado, sino que se hacen la vista gorda a los mismos. Una pregunta fundamental que debemos hacernos es ¿Cuáles son los pecados más generalizados y aceptados de nuestra sociedad? Sin duda la corrupción en todo nivel es uno de los males mas endémicos de la sociedad peruana. Sin embargo, ¿cuantos sermones ha escuchado sobre la corrupción en el gobierno, las familias y aun las iglesias? Es necesario que la iglesia y sus lideres muestren claramente la enseñanza bíblica sobre estos temas.

¿El corazón de la ética cristiana? (El centro de la ética cristiana)

¿Cuales son las implicancias éticas del cristianismo? Sin duda, el paradigma del amor al prójimo como uno mismo resume en una oración la ética cristiana.

Miqueas 6.8 lo resume bien: “El te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno. ¿Y qué es lo que demanda el Señor de ti, sino sólo practicar la justicia (el derecho), amar la misericordia (lealtad), y andar humildemente con tu Dios?” 

Un examen somero de la Ley Mosaica revela que en el centro de lo voluntad de Dios estaba la protección y cuidado para aquellos que eran socialmente mas vulnerables, “la viuda, el pobre y el extranjero”. Dios mismo se llama a si mismo como “el defensor de la viuda y el pobre.” (Dt. 10.18, Sal. 65.8, etc). La viuda, el pobre y el extranjero en la sociedad Israelita eran aquellos que eran mas vulnerables. Carecían de recursos y poder para defenderse a si mismos y eran los mas vulnerables a ser explotados. La viuda y el pobre se morirían de hambre, el migrante era explotado. La Ley Mosaica esta llena de leyes de protección a personas vulnerables. 

Una de las maneras mas evidentes como la piedad se mostraba era en el cumplimiento de la ley, bondad y amor de Dios justamente para aquellos que eran mas vulnerables en la sociedad.  El Pueblo de Dios mostraba su rectitud por hacerle bien a este segmento de la población (ejemplifican esto varones como Abraham, Job, Booz, etc.- Job 29.12, 29.16, etc.). Esta noción ha llevado desde el inicio mismo del cristianismo a que cristianos estén activamente involucrados en la adopción de niños desamparados y la fundación de orfanatos, justamente por la vulnerabilidad de los niños.

La pregunta que como cristianos latinos en el siglo XXI debemos hacernos es:

¿Qué segmento de nuestra población son nuestras “viudas, pobres y extranjeros”? ¿Qué segmentos es vulnerable, abusado y explotado?: Mujeres, niños y migrantes. El abuso al menor y el aborto son males sociales. Pero también lo son la explotación y racismo que sufren muchos migrantes sufren. Sin embargo, temas como el racismo, la discriminación social, y el abuso hacia niños, ancianos y mujeres casi no se tocan en nuestras iglesias. ¿Es que acaso no hay discriminación en nuestras Iglesias? ¿Es que nunca hemos escuchado un caso de violencia hacia la mujer en nuestras congregaciones? ¿O es que acaso preferimos ignorar estos temas porque son estos los que son justamente incomodos para nosotros?

El maltrado hacia la mujer en las Escrituras

En el Antiguo Testamento no había divorcio por causa de maltrato, tampoco por adulterio. ¿Por qué? Porque aquel que maltratara a una mujer o cometiera adulterio era apedreado hasta morir. Aquel hombre que golpeara a su prójimo era golpeado por el vengador de la sangre “ojo por ojo, y diente por diente” (Ex. 21:24-25). El prójimo incluía a la mujer. El vengador de la sangre era un miembro varón de la familia de la mujer encargado de ejecutar la pena previamente juzgada por el concilio de ancianos (Nu. 35:19). Si el hombre continuaba con el abuso físico era apedreado, y la mujer viuda quedaba libre para volver a casarse (Dt. 24:7 cf. Ex. 21:16).

Me pregunto, ¿Cuántos hombres hubieran tenido el deseo para violentar a una mujer después de haber visto morir a otros hombres por apedreamiento por cometer dicho delito? Muy pocos. Dios se toma muy en serio el matrimonio, y por eso se toma muy enserio aquellos pecados que rompían el vinculo matrimonial. No estamos bajo la ley mosaica. Las aplicaciones de la ley varían de contexto a contexto, pero los principios son eternos. El principio es que Dios se toma muy en serio el maltrato a la mujer, y nosotros como iglesia también lo debemos hacer. Si no alzamos nuestra voz, ¿Quién lo hará por nosotros?

¿Qué puedo hacer?

¿Qué debo hacer entonces? Ora mucho. Pero también levanta tu voz. Cuando enseñes sobre la familia menciona que ningún tipo de maltrato a la mujer debe ser tolerado. Defiendan a las mujeres vulnerables en su congregación y vecindario. Denuncia públicamente cualquier tipo de maltrato. Mujer, Dios te manda a obedecerle a El antes que a tu esposo. Si te sometes a un esposo que te maltrate físicamente y no denuncias dicho maltrato, a la iglesia en primer lugar si eras creyente, y luego a las autoridades, están desobedeciendo a Dios quien nos manda a no encubrir pecados. La desobediencia a un marido maltratador no es opcional, sino obligatoria. No solo por ti, sino por tus hermanas.

Los puritanos (Richard Baxter, William Ames, etc.) escribieron mucho sobre el tema, el maltrato a la mujer como una de las causas licitas de divorcio o separación temporal: “Si existe un peligro pleno, que no puede ser evitado, no hay duda sobre esto, sino que debes hacerlo (separarte). Debido a que es nuestro deber la preservación no solo de nuestras propias vidas, sino también la de nuestro prójimo.”2

Las palabras de Bonhoeffer aún tienen relevancia para el día de hoy: “Silencio frente a la maldad, es maldad en si misma. No hacer es hacer. No hablar es hablar. Dios no nos tendrá por inocentes”.


 1 Organización Mundial de la Salud (OMS), World Report on Violence and Health, editado por Etienne G. Krug, Linda L. Dahlberg, James A. Mercy, Anthony B. Zwi y Rafael Lozano, Ginebra, 2002, p. 118. 

2 Richard Baxter y William Orme, The Practical Works of the Rev. Richard Baxter, vol. 4 (London: James Duncan, 1830), 165.

 

Sobre el Autor...

Daniel Caballero nació en Lima, Perú. BSc. Universidad Nacional Agraria La Molina. BA, Seminario Teológico Bautista (Lima); Postgrado en Teología, The London Theological Seminary (Londres), ThM-Teologia Histórica., Westminster Theological Seminary (PA-USA). Esta por iniciar estudios doctorales en Inglaterra sobre Historia de la Reforma (siglo XVI) y Post-Reforma (siglo XVII). Especialización en John Owen y Puritanismo ingles. Daniel ha escrito numerosos artículos sobre puritanismo, teología bíblica y cultura. Su campo de especialización es en estudios de la Reforma y Post-Reforma (Puritanismo). Ha vivido por casi doce años en Inglaterra, donde tuvo la oportunidad de profundizar estudios Teológicos. Es misionero enviado de Inglaterra para el servicio en desarrollo de educación teológica. Actualmente vive en Cork, Irlanda. Tiene experiencia desde muy joven en educación teológica. Esta casado con Ellie.

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Un Corazón Nuevo – Wendy Bello

Un Corazón Nuevo

Sobre la Autora...

Wendy Bello nació en Cuba y actualmente radica en Florida. Está casada con Abel Bello con quien tiene dos hijos. Ha estudiado Literatura en Lengua y Literatura Inglesa. Es escritora de varios libros, como Un Nuevo Corazón y Una Mujer Sabia.

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